El evento tuvo lugar en la Wayaba, a orillas del río Acaray, en Hernandarias, a unos 15 kilómetros de Ciudad del Este. Miles de personas provenientes de Brasil, Argentina y Paraguay se congregaron en un entorno natural para disfrutar de música, equilibrio y diversión, con el cannabis como protagonista central. Fue un día dedicado no solo a la celebración de esta planta, sino también a fomentar la integración regional, el debate sobre su regulación y la promoción de sus usos legales y medicinales. La belleza natural del lugar, combinada con una atmósfera de energía positiva, atrajo tanto a expertos como a curiosos, fortaleciendo el vínculo entre las comunidades de la triple frontera.

Organizado por Granja Madre, el evento contó con el apoyo de diversas entidades como el Club de Cannabis del Paraguay, Folk Bier, Suerte Kape, Onde 42, Nirvana y la Wayaba. 

Juan Carlos Cabezudo, uno de los organizadores, destacó que se trató de un proyecto cultural de gran impacto. Además, anunció oficialmente la Expocannabis, una franquicia uruguaya que ya ha realizado exitosas ediciones en Uruguay y en São Paulo, Brasil, y que ahora tendrá lugar en septiembre de 2025 en Ciudad del Este. Durante su discurso, recordó que Paraguay ha sido proveedor de cannabis al Brasil por más de 40 años, aunque de baja calidad y resaltó cómo eventos como este muestran un nuevo enfoque, presentando flores de alta calidad destinadas al consumo y la producción de derivados como aceites, cremas y jabones.

La Wayaba, a orillas del río Acaray, escenario del evento.

Los organizadores reivindican el cultivo legal y la liberación total del cannabis, enfatizando su incorporación a la economía formal, el fortalecimiento de la industrialización y su uso en la salud. Subrayan también el impacto cultural positivo que esta planta puede generar en las comunidades.

La Expocannabis: una franquicia en crecimiento

La Expocannabis es un evento internacional originado en Uruguay, que se ha consolidado como referente en la promoción del cannabis legal. Su éxito ha trascendido fronteras, logrando llevar su formato a Brasil, donde realizó una exitosa edición en São Paulo. Ahora, con la llegada de la Expocannabis a Ciudad del Este en septiembre de 2025, Paraguay se suma al circuito internacional de ferias dedicadas a esta planta, impulsando el debate sobre la regulación, la producción legal y sus beneficios económicos y medicinales.

Este anuncio refuerza la intención de posicionar a Paraguay como un actor clave en la industria regional del cannabis, integrando a productores, expertos y consumidores en un espacio de intercambio cultural y comercial.

Música y baile

La magia de la música también estuvo presente con un despliegue de artistas y bandas que mantuvieron al público en movimiento durante todo el día. Desde el atardecer hasta la noche, el río Acaray sirvió de telón de fondo para un espectáculo único donde la buena energía, el baile y la diversión fueron protagonistas.

La jornada comenzó con presentaciones de CDE Sounds, Sabs Krebaer, RDGZ y Rafaela Mood, quienes acompañaron la caída del sol con ritmos envolventes. A medida que avanzaba la noche, otros artistas como Emale y Movimiento Clandestino, Bizarrasong, Alex Aq, Las Hijas de la Alquimia, Bossa Mbae, Big Charlie y Guerrilla Soul se sumaron al escenario, ofreciendo un repertorio variado que mezcló estilos y unió a los asistentes de los tres países en un clima de celebración.

Durante la actuación de la cantante Rafaela Mood

La diversidad musical fue clave para crear una experiencia única donde el público vibró al ritmo de cada presentación, celebrando la unión regional en torno al cannabis y la cultura.

Cultivo, cosecha, transporte y venta abierta

Previo al evento, el equipo de Mariguay recorrió cultivos en San Pedro, donde observaron huertas familiares y comunitarias de cannabis. Campesinos locales prepararon flores y derivados como aceites y jabones, que luego trasladaron hasta Hernandarias para su venta en el evento llamado Playa Abierta. Este proceso se realizó de manera transparente, con notificaciones previas a las autoridades.

En San Pedro, las comunidades estaban en distintas etapas de producción: cosecha, secado de flores y elaboración de derivados. Según Gregorio Fernández, uno de los productores, el cierre del circuito legal es clave para demostrar que es posible trabajar de forma abierta y regulada. Sin embargo, piden a las autoridades mayor agilidad en la regulación para garantizar seguridad y estabilidad en el cultivo y venta de productos medicinales.

Productores Gregorio Fernández y Adolfino Acosta, junto a Juan Carlos Cabezudo de Granja Madre y el periodista Alfredo Guachiré durante el transporte a Hernandarias.

Contexto

La producción de cannabis en Paraguay comenzó en los años 60, inicialmente en Amambay, y se consolidó como sustento para campesinos. El proyecto Granja Madre fue pionero en la introducción de genéticas avanzadas y en la promoción de derivados medicinales, integrando comunidades rurales en un modelo sostenible y alejado del mercado ilícito. Este proceso también incluye iniciativas de alimentación sustentable mediante huertas de vegetales estacionales.

La Ley 6007/17 es la base legal para el cultivo y distribución del cannabis medicinal en Paraguay, permitiendo la producción de derivados como aceites y cremas. Complementariamente, la Ley 1340/88 establece la posibilidad de tenencia legal de hasta 10 gramos de cannabis para uso personal, siempre y cuando los usuarios se inscriban y presenten una receta emitida por un médico. Estas normativas representan un marco inicial, aunque persisten los llamados para una regulación más inclusiva y eficiente.

El cannabis, sin embargo, es el cultivo más rentable, ya que no requiere químicos y puede desarrollarse en parcelas pequeñas cerca de las viviendas. En lugar de ocultar la planta, los cultivadores informan abiertamente a las autoridades sobre el proceso de cultivo, cosecha y venta.

Distribución de aceites y cremas medicinales

Desde 2017, Granja Madre y los campesinos han distribuido más de 10,000 aceites y 5,000 pomadas de cannabis en distintas comunidades. Estos productos se comercializan en eventos como Plaza Abierta, cumpliendo con el marco legal, facturación y pago de impuestos.

La organización también ha establecido una red de dispensarios rurales que facilita el acceso a tratamientos de cannabis. En un reciente evento realizado en Asunción, se distribuyeron más de 2,000 productos, reflejando la creciente demanda de esta medicina.

Asistentes compran aceites, cremas y flores en el stand de Granja Madre.

Necesidad de regulación

Mientras la SENAD celebra la destrucción de cultivos ilegales, persisten las críticas sobre el fracaso de las políticas represivas, que afectan a pequeños productores y consumidores, fortaleciendo el mercado ilícito. Una regulación adecuada podría transformar esta realidad, generando ingresos millonarios para el país y miles de empleos.

En Paraguay, con un promedio de 14,000 hectáreas de cultivo anuales, el mercado podría alcanzar un valor de USD 1.260 millones si se regulan dos cosechas por año. Este potencial económico, unido a la integración social y cultural del cannabis, representa una oportunidad única para el desarrollo sostenible del país.

Con iniciativas como esta, Granja Madre y las comunidades campesinas de San Pedro están mostrando el verdadero impacto del cannabis: un modelo de desarrollo económico y social que no solo sostiene a las familias campesinas, sino que también impulsa una economía inclusiva y con potencial de crecimiento.

Plantación de cannabis en San Vicente Pancholo, San Pedro

Wayaba de Hernandarias fue el epicentro de un multitudinario evento cannábico

Jóvenes preparando flores de cannabis para su consumo a orillas del río Acaray