Ayer, Plaza Italia se convirtió en el epicentro de la cultura cannábica en Paraguay con la realización del Ka’arnaval 2025, un evento que reunió a miles de personas en torno a la música, el arte y el cannabis. Organizado por 30VCS Club Cannábico y la Comunidad Cannábica del Paraguay, el festival no solo fue una celebración, sino también una manifestación de una comunidad que sigue luchando por el reconocimiento de sus derechos.

El cannabis como parte de la cultura y el derecho a decidir

Desde hace años, Paraguay ha dado algunos pasos en materia de regulación del cannabis. Con la Ley 6007/2017, se estableció un marco legal para el uso medicinal e industrial de la planta, permitiendo la producción bajo licencia y el acceso controlado a aceites y derivados. Sin embargo, en la práctica, el acceso sigue siendo limitado y costoso, dejando a muchos pacientes sin alternativas viables para sus tratamientos.

El Ka’arnaval reflejó esta realidad y reafirmó un pedido claro: que las autoridades faciliten el autocultivo y la tenencia de cannabis para usuarios medicinales y recreativos. Entre la multitud de asistentes, la consigna era la misma: "El cannabis es salud, cultura y un derecho". La presencia de especialistas, activistas y emprendedores de la comunidad cannábica paraguaya subrayó la importancia de regular el acceso a la planta de una manera más inclusiva y menos restrictiva.

La jornada transcurrió con normalidad, demostrando que el cannabis no es sinónimo de desorden ni de ilegalidad, sino de comunidad, identidad y cultura. Con la masiva participación en esta edición del Ka’arnaval, el mensaje quedó claro: los usuarios siguen organizados y la conversación sobre el cannabis en Paraguay no se detendrá.