Noticias

2025-04-21 08:31:13

El 420 desbordó Asunción: fiesta, cannabis y reclamos por una nueva ley

Más de 6.000 personas celebraron el 420 en la Plaza Las Residentas. Hoy se trasladan al Congreso para debatir una ley que incluye autocultivo y venta artesanal, tras el fracaso del modelo de licencias.

Este domingo 20 de abril, la Plaza Las Residentas, en el corazón de Asunción, fue el escenario de un encuentro sin precedentes. Más de 6.000 personas se reunieron desde las 15:00 hasta entrada la noche para celebrar el 420, una jornada dedicada al cannabis como medicina, cultivo y cultura compartida. Coincidiendo con el domingo de Pascua, el evento combinó fiesta, reflexión y una agenda concreta que hoy se traslada al Congreso Nacional.

Organizado por el Club Cannábico 30 Veces, el Club de Cannabis del Paraguay, Granja Madre, Pomber Grow Shop, Mr Joy y otras iniciativas, el encuentro tuvo entrada libre y gratuita. Hubo feria de productos derivados del cannabis, gastronomía, charlas, muestras de cultivo y un escenario que fue vibrando con el correr de las horas.



Nico Bernie, Nahuel Suglia, Cristian Vazquez y Alfredo Guachiré

Bandas como Funkchula, Caja Blanda, De Frente HC, Deficiente, Rafaela Mood, Bizarras ONG, Oudi, Ñande Rap, Jorve y Victoria Mussi pusieron el ritmo. La plaza se convirtió en una gran mezcla de tereré, música en vivo, vaporizadores, remeras con mensajes, goteros y carteles con frases como “Regulación ya” o “Cannabis es salud”.

También llegaron cultivadores del interior del país, en especial desde San Pedro, con muestras de sus plantas y relatos sobre los obstáculos para producir en un marco legal que los excluye. La jornada contó con la presencia de referentes internacionales del mundo cannábico y fue acompañada por patrullas policiales sin registrar incidentes.




Matías Maxx y Juan Carlos Cabezudo

 
Una nueva ley tras años de exclusión

El lunes 21, a las 9:00, se abre una audiencia pública en el Congreso Nacional para debatir el Anteproyecto de Ley de Regulación Integral del Cannabis, elaborado por colectivos, profesionales y usuarios. La propuesta busca dejar atrás el modelo vigente que, según denuncian, solo otorgó licencias a grandes empresas, sin resolver el acceso para pacientes, ni impulsar una producción sustentable ni equitativa.

Entre sus puntos principales:

-Permitir el autocultivo de hasta 6 plantas y la portación de hasta 40 gramos.

-Autorizar la producción y venta de productos artesanales, como aceites, cremas y flores secas, elaborados con control biosanitario y saberes tradicionales.

-Establecer dispensarios regulados, con licencia para comercializar cannabis con fines terapéuticos o personales.

-Incluir al cannabis en la agricultura familiar campesina, con acceso a créditos preferenciales.

-Crear un impuesto del 18% sobre productos psicoactivos, destinando la recaudación a salud pública y producción estatal gratuita.

-Despenalizar a las personas procesadas o condenadas por cannabis, siempre que no haya delitos asociados.

El proyecto propone, además, sacar al cannabis del alcance de la Ley 1340, que lo sigue tratando como droga peligrosa, y ajustar el marco de la Ley 6007, que prometía acceso gratuito y aún no lo cumple.



Federico de Pomber Growshop

 De la plaza al Congreso: cambio de escenario

Lo que empezó como un encuentro en una plaza terminó siendo una convocatoria con agenda clara. El evento no se limitó a fumar porros al sol. Fue un espacio donde familias, cultivadores, pacientes y artistas coincidieron en una misma consigna: es hora de cambiar la ley. El cannabis no es solo una planta, sino un símbolo de una regulación más justa y accesible.

En ese sentido, la audiencia pública de hoy no es solo un acto formal, sino el paso siguiente de una comunidad que ya no espera. Desde los cultivos de San Pedro hasta los clubes urbanos de autocultivo, desde las ferias barriales hasta los escenarios, el movimiento cannábico paraguayo mostró músculo, diversidad y propuestas concretas.

Después del 420 más grande que haya visto Asunción, la pelota está ahora en el Congreso. Y el reclamo es claro: sin autocultivo, sin producción artesanal, sin inclusión campesina, no hay regulación posible.



Ana Bella Vera

Plantas de @buenasfloresgrowshop