Los humanos cultivamos cáñamo desde hace miles de años. Los primeros registros de su uso pertenecen a Asia y luego se extendió por casi todo el mundo. En Egipto, Grecia, el mundo medieval y América fue frecuente su utilización sin ningún tipo de restricción. Solo llegado el siglo XX, la planta empezó a ser prohibida pese a sus conocidos usos.  

Productos derivados

El Cáñamo se ha utilizado para la elaboración de papel, telas, prendas y mucho más. Su utilización está avanzada en el mundo de la moda y los tejidos. Así también, es excelente materia para sustituir al plástico y materiales tradicionales de construcción. Por otra parte se encuentran sus usos relacionados al bienestar de la salud, cosméticos, etc. También la planta constituye una alternativa a los combustibles fósiles y una importante fuente de alimentación para humanos y animales.

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Razones de su estigmatización

Si bien el Cáñamo no es considerado una droga, estuvo ligado desde las primeras décadas del siglo XX a la marihuana, como una estrategia de desprestigio a la planta. Este desprestigio fue promovido por empresarios y políticos racistas que asociaron la planta a supuestas actividades ilegales de los consumidores (mayoritariamente negros e inmigrantes latinos) dentro de Estados Unidos.

Esta mentira fue promovida en distintos medios de comunicación logrando que la imagen positiva del cáñamo decayera. Fue una maniobra para prohibir su uso.

El cáñamo representaba una amenaza para la industria petrolera y textil  del siglo pasado. Su enormes beneficios puso en riesgo varios intereses, entre los que se encontraban los dueños de grandes plantaciones de algodón, empresarios de la industria textil, tabaco y otros en Estados Unidos.

Con diversos impuestos y asociándolo con las drogas, el cáñamo fue lentamente estigmatizado y su uso prohibido para dar lugar a otros productos, como el algodón.  

Es así que, tras presiones lograron la ilegalización de la planta En Estados Unidos y luego en casi todo el mundo. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Cáñamo ya perdió toda su fuerza en casi todo el planeta y su utilización estaba prácticamente prohibida.  

Actualidad del cáñamo        

Hoy día, tras luchas y la emergente evidencia científica, la planta ha resurgido y su imagen está en alza. La producción a gran escala, su industrialización, así como la fábrica de productos creados de la planta son moneda corriente en casi todo el mundo.

Bondades del cáñamo

Beneficios para el medio ambiente: el Cáñamo absorbe mucho CO2, limpia el suelo e incluso lo mejora. La planta es de fácil y rápido crecimiento, lo que puede ayudar a la reforestación. Tampoco precisa de mucha agua como otros cultivos, así que el suelo no se ve erosionado.    

Mayor eficiencia y sostenibilidad: la mayoría de los productos realizados con cáñamo son biodegradables y sostenibles. El cáñamo es más eficiente que los árboles tradicionales para producir papel, sus fibras son más resistentes que la del algodón, generando prendas más duraderas.

Movilidad y construcción: Al ser más resistente, grandes empresas han optado por el cáñamo como material de partes de vehículos y aviones. También se puede aprovechar para la construcción, ya que se puede producir con él ladrillos, hormigón y hasta materiales aislantes.

Reducción de basura y contaminación: el cáñamo puede reemplazar el plástico tradicional, unos de los mayores problemas de nuestro tiempo, con plástico biodegradable limpiando así los mares y ríos. El cáñamo también puede limpiar la tierra eliminando metales pesados y herbicidas de su superficie.    

Bioenergía: el cáñamo puede reemplazar al petróleo como principal fuente de energía. Su menor costo e impacto ambiental puede ayudar a solucionar problemas relacionados al cambio climático.

Buen alimento: la semilla del cáñamo es un excelente aportante de omegas y proteínas para el cuerpo. Al estar dotado de un gran valor nutricional, es ideal para alimentación animal y humana. El aceite y la harina son sus productos culinarios más conocidos.

El avance del cáñamo a nivel mundial es insostenible. Las leyes cada vez más se adecuan a los nuevos conocimientos científicos, reconociendo los beneficios de la planta y su innumerable cantidad de aplicaciones. Nuestro país a través de un reglamentación justa que beneficie a todo tipo de productores puede constituirse en un actor clave en el mercado del cáñamo, generando puestos de trabajo a lo largo de todo el territorio, ganancias económicas relevantes y un apoyo al mejoramiento ambiental.