
2024-12-18 10:25:36
Congreso peruano legaliza la industrialización del cáñamo
El Congreso aprobó la Ley Nº 32195, que regula la producción y comercialización del cáñamo con fines agrícolas e industriales. Una oportunidad para diversificar la economía y promover la sostenibilidad
Esta semana el Congreso de la República del Perú aprobó la Ley Nº 32195, que legaliza y regula la industrialización del cáñamo, con fines agrícolas e industriales. Esta norma establece un marco legal para la producción, supervisión y comercialización del cáñamo en el país, destacando su potencial como materia prima para diversas industrias, desde la alimentaria hasta la textil.
¿Qué dice la nueva ley sobre el cáñamo en Perú?
La “Ley del desarrollo agrícola del cáñamo para su uso industrial” permite el cultivo, procesamiento y comercialización de productos derivados del cáñamo, siempre y cuando el contenido de THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), el principal compuesto psicoactivo del cannabis, no supere el 1% en peso seco.
El cáñamo, también conocido como hemp, es una variedad de la planta del cannabis que no produce efectos psicoactivos debido a su bajo contenido de THC. Por lo tanto, se diferencia de la marihuana y es reconocido globalmente como un recurso industrial y agrícola versátil argumentaron congresistas al defender el proyecto.
Un marco de regulación para productores
La nueva ley establece que cualquier persona natural o jurídica interesada en la producción del cáñamo deberá estar registrada y autorizada ante el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). Este proceso incluirá la supervisión del cultivo y su manejo, para garantizar el cumplimiento de las disposiciones legales.
Además, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y el Ministerio de la Producción (Produce) jugarán cumplirán un rol relevante en la autorización de actividades relacionadas con la industrialización, comercialización e incluso exportación del cáñamo y sus derivados.
¿Para qué se utilizará el cáñamo en Perú?
La industrialización del cáñamo abre un abanico de posibilidades para diversas industrias, permitiendo el uso de sus semillas, aceites, fibras, harinas y otras formas procesadas como materia prima en:
Industria alimentaria: Producción de alimentos para consumo humano y animal.
Cosmética: Elaboración de productos naturales a base de aceites y extractos.
Construcción: Uso de materiales de construcción derivados del cáñamo, como aislantes o bioplásticos.
Industria textil: Fabricación de fibras y tejidos ecológicos.
Transformación industrial: Desarrollo de bioplásticos, celulosa, resinas y otros derivados aplicables en manufactura.
La ley prohíbe explícitamente el uso combustionado o fumado de cualquier parte o derivado del cáñamo, reafirmando su objetivo netamente industrial y agrícola.
Regulación y certificación
Para garantizar el cumplimiento de la ley, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tendrá un plazo de 180 días para establecer los requisitos fitosanitarios que regulen la importación de semillas y plantas de cáñamo. Además, Senasa deberá implementar un registro nacional y un sistema de certificación de cultivos y semilleros autorizados.
Impacto económico y agrícola
La legalización del cáñamo en Perú representa un impulso significativo para el desarrollo agrícola e industrial del país sudamericano. Este cultivo, reconocido a nivel mundial por su bajo impacto ambiental y su alta productividad, podría generar nuevas oportunidades para los agricultores locales, diversificar la economía peruana a través de la exportación de productos derivados del cáñamo y atraer inversiones en sectores como la manufactura sostenible, la construcción, la industria textil, etc.
Un contexto de debate y desafíos
El camino hacia la aprobación de esta ley no estuvo exento de polémicas. El Poder Ejecutivo rechazó inicialmente la norma debido a preocupaciones sobre un posible uso ilícito que favoreciera el cultivo no autorizado de marihuana. Sin embargo, la ley establece con claridad que el cáñamo industrial, al contener menos del 1% de THC, queda excluido de las disposiciones del Reglamento de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (Decreto Supremo 023-2001-SA).
Esta precisión permite a los productores y autoridades diferenciar entre el cáñamo industrial y la marihuana psicoactiva, garantizando que el uso del cáñamo se limite a fines legales y regulados.
Un futuro prometedor
Con la promulgación de la Ley Nº 32195, el Perú se suma a la lista de países que reconocen al cáñamo como un recurso agrícola y económico estratégico. Esta normativa no solo abre las puertas a nuevas industrias sostenibles, sino que también podría posicionar al país como un actor competitivo en el mercado global del cáñamo.
La implementación efectiva de la ley dependerá del trabajo conjunto entre las instituciones resposables; Midagri, Produce y Mincetur, así como del cumplimiento de los plazos para la certificación y reglamentación de cultivos. De este modo, el cáñamo podría convertirse en un motor de desarrollo económico y agrícola en el país, beneficiando tanto a los productores locales como a las industrias emergentes.
Realidad regional
En casi todo el continente americano, la industria del cáñamo se encuentra en desarrollo sostenido.
En Colombia, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo realiza junto a empresas privadas diversos proyectos para diversificar la oferta del rubro e intensificar la producción. Este año, el ministerio inició el programa "Desarrollo productivo de las industrias del cannabis y el cáñamo", afectando directamente a al menos 3000 personas. Los rubros vinculados al cáñamo van desde los bioinsumos agrícolas a alimentos y bebidas, pasando por cosméticos, textiles y otros. La Asociación Colombiana de Cáñamo está presente en las ciudades más importantes del país y trabaja en conjunto con el estado nacional, dentro de leyes que garantizan el cultivo y la comercialización.
En Argentina, luego de 50 años, a principios de 2023 se dio la primera cosecha experimental de cáñamo industrial con presencia del estado, específicamente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y el Instituto Nacional de Semillas.
Este año en Brasil se dieron avances regulatorios históricos en el ámbito cannábico. Actualmente, se estima que los pacientes tratados con cannabis formalmente en el territorio brasileño supera los 670.00. Lo que genera ingresos de casi 900 millones de reales anuales en el mercado interno, con más de 2180 productos de cannabis medicinal. En noviembre de 2024 el Supremo Tribunal de Justicia de Brasil permitió el cultivo de cáñamo industrial.
Actualidad local
En Paraguay el cultivo de cáñamo industrial se remonta al 2019 y ya se encuentra entre los líderes mundiales del novel mercado, sin embargo, la producción y comercialización continúa en manos de unos pocos productores y firmas empresariales.
Con la Ley Nº 6007 se creó el "Programa Nacional de Estudio e Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados", estableciendo un marco regulatorio para fomentar el estudio y la investigación científica orientada a usos medicinales, terapéuticos y paliativos. Posteriormente, en 2019, se promulgó el Decreto Nº 2725, que definió las condiciones generales para la producción del cáñamo. Finalmente, el Decreto Nº 3999/2020 estableció el "Programa Nacional para la Promoción, Fomento, Cultivo, Desarrollo de la Producción, Comercialización e Investigación del Cáñamo Industrial", declarando de interés nacional todas las actividades relacionadas con este cultivo.
La industria del cáñamo en Paraguay se mostrará indefectiblemente positiva, históricamente los agricultores paraguayos cultivaron cannabis de manera exitosa aún en condiciones poco favorables. Ya hace dos años, en todo el territorio nacional alrededor de 5000 hectáreas de cáñamo.
El negocio vinculado a la planta es inmenso y el contexto paraguayo, junto a una regulación justa y acorde a los conocimientos actuales podría ubicar al país en una posición privilegiada dentro del mercado internacional.
