El caso de Edgar Martínez Sacoman se ha convertido en un símbolo del cambio en la jurisprudencia relacionada con el uso medicinal del cannabis en Paraguay. Detenido el 8 de julio de 2016 tras un allanamiento en su domicilio en Ciudad del Este, Sacoman fue acusado de producir aceite de cannabis, enfrentando tres juicios durante más de cinco años. Su lucha culminó en su absolución el 29 de abril de 2022, marcando un hito en la historia judicial del país.

Antecedentes y Detención

Martínez Sacoman fue arrestado tras encontrarse 100 gramos de cannabis congelado y 30 ml de aceite de cannabis en su vivienda. Desde ese momento, enfrentó acusaciones por microtráfico, lo que le llevó a pasar cinco años y nueve meses entre prisión y arresto domiciliario.

El Proceso Judicial y las Sentencias

En el primer juicio en 2017, fue condenado a dos años de pena privativa de libertad. Sin embargo, esta condena fue anulada. En el segundo juicio de 2019, su pena fue aumentada a cinco años de prisión, decisión que también fue revertida. Finalmente, en el tercer juicio, celebrado en abril de 2022, fue absuelto de todas las acusaciones. El Tribunal de Sentencia, compuesto por los jueces Serafina González, Fabio Aguilar y Vitalia Duarte, reconoció que no existía delito en la producción de aceite de cannabis para uso medicinal, amparado en la Ley 6007/2017.

Sacoman se presenta en tribunales junto a Marcelo Muller, uno de sus testigos.

Impacto de la Absolución

La absolución de Edgar Martínez Sacoman marcó un precedente histórico en Paraguay. Su abogado defensor, Guillermo Ferreiro, destacó que este fallo representa un cambio significativo en la jurisprudencia paraguaya, reconociendo las propiedades medicinales del cannabis y despenalizando su producción cuando se destina al tratamiento de afecciones médicas.

El Tribunal de Sentencia basó su fallo en la Ley 6007/2017, que establece un marco legal para el uso y estudio medicinal del cannabis. Esta ley fue promulgada después del primer juicio de Sacoman y fue clave para su absolución, ya que se reconoció que el aceite producido por él no representaba un riesgo para la salud pública.

La absolución de Edgar Martínez Sacomanno no solo significó su libertad, sino que también representó un avance importante en la despenalización del cannabis medicinal y artesanal en Paraguay. Este fallo estableció un precedente que permite a más personas beneficiarse del uso terapéutico de esta planta, y a su vez, expuso las fallas del sistema judicial en relación con las leyes obsoletas sobre drogas.

Este caso es recordado como un histórico para el derecho penal paraguayo, sentando las bases para futuros debates sobre la actualización de las leyes de drogas y la importancia en despenalizar una planta para el uso e investigación de sus propiedades terapéuticas en diferentes afecciones.