Análisis y opiniones

2025-05-06 07:39:02

Agricultura campesina: del algodón al cannabis

El cannabis ya sostiene a miles de familias rurales en Paraguay. Legalizar su cultivo podría convertirlo en el nuevo motor productivo de la agricultura familiar campesina, con valor y raíces propias.

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Por: Adolfino Acosta Torales

Ingeniero agrónomo (EARTH, 2001), con maestría en Desarrollo Rural (San Carlos, 2013) y abogado (UTIC, 2024). Docente, agricultor y líder en agricultura familiar, experto en producción sostenible, biointensiva y certificación orgánica

El cannabis en Paraguay siempre ha estado ligado a la agricultura familiar campesina. De hecho, ha sido motor de subsistencia en la zona norte del país, y continúa siéndolo en buena parte de la región. Por lo tanto, puede afirmarse con certeza que existe una capacidad instalada en materia de producción y comercialización.

Para que el cultivo de cannabis sea viable dentro de la agricultura familiar campesina, debe cumplir con dos requisitos: ser útil en la finca y tener potencial para ser industrializado y comercializado como producto rentable. El cannabis cumple ampliamente con el primer requisito, ya que sus distintas partes tienen múltiples usos: la flor puede utilizarse con fines medicinales, la semilla como fuente de alimento y la fibra para diversos productos industriales. Además, existe una demanda creciente de estos productos y sus precios resultan competitivos en comparación con otros cultivos típicos de la agricultura familiar campesina.

Con estas características, el cannabis podría constituirse como una alternativa viable al algodón como cultivo rentable para los pequeños productores. Al igual que el algodón en el pasado, el cannabis podría generar ingresos y empleo rural. La producción de flores requeriría mano de obra calificada, lo cual podría beneficiar directamente a las comunidades rurales. Por otro lado, la producción de semillas y fibras podría mecanizarse y ser asumida por productores medianos y grandes, lo que abriría oportunidades para distintas escalas de producción.

Del cultivo del algodón podemos aprender la importancia de prácticas sostenibles. El uso excesivo de químicos y productos tóxicos en el pasado tuvo consecuencias negativas para la salud y el medio ambiente. Para evitar repetir estos errores, el cultivo de cannabis debe priorizar la agroecología y la agricultura regenerativa, enfocándose en la calidad y la sostenibilidad a largo plazo.

La agricultura familiar campesina es especialmente vulnerable debido a factores complejos que limitan su desarrollo. Para superar estos desafíos, necesita un apoyo consciente, proactivo y solidario tanto del sector público como del privado. Este apoyo debe concentrarse en tres áreas clave: asociativa, productiva y comercial. No se trata de simples donaciones o ayudas asistencialistas, sino de brindar herramientas y condiciones que permitan desarrollar capacidades y resolver necesidades de manera autónoma.

En el ámbito asociativo, el respaldo gubernamental debería enfocarse en eliminar barreras burocráticas que dificultan el acceso de las organizaciones rurales a los recursos. Esto implica simplificar trámites y reducir la complejidad de la documentación requerida. Además, es crucial abordar la especulación en los mercados agrícolas, proporcionando información oportuna y garantizando el cumplimiento de contratos. Una política pública que facilite el acceso a medios de producción para el sector asociativo también resulta fundamental para su fortalecimiento.

En el ámbito productivo, la agricultura familiar campesina necesita acceso a tecnologías como agua, semillas, insumos y maquinarias, así como conocimientos técnicos especializados. La gestión eficiente del agua es crucial, especialmente en pequeñas parcelas, pero sigue siendo una tarea pendiente dentro de la política pública. Asimismo, el acceso a semillas está obstaculizado por la burocracia del SENAVE, lo que retrasa registros y autorizaciones. Los insumos y maquinarias disponibles a crédito no se ajustan a las necesidades ni a las posibilidades del sector, lo que genera dificultades financieras y morosidad.

En el ámbito comercial, la agricultura familiar campesina enfrenta dificultades estructurales significativas. Uno de los principales desafíos es el contrabando de productos agrícolas desde países vecinos, que se venden a precios muy bajos y dificultan una competencia leal. A pesar de esta problemática, las medidas gubernamentales han sido insuficientes para abordarla de manera efectiva, lo que perjudica la comercialización de los productos de las asociaciones rurales.

Para fortalecer a la agricultura familiar, es esencial un soporte económico integral que incluya la titulación de tierras, acceso a crédito y un plan de negocios rentable. Este plan debe diversificar los rubros para generar ingresos durante todo el año, permitiendo recuperar la inversión, pagar el crédito y cubrir necesidades básicas. El fortalecimiento de cooperativas es clave para conectar a los productores con cadenas de comercialización y adquisición de insumos a precios justos, evitando la especulación abusiva y promoviendo la sostenibilidad del sector.

Referencias:
FAO 2025. Plataforma de conocimiento de la agricultura familiar.

Guadalupe Esther Ángeles López, Fernando Brindis, Sol Cristians Niizawa, Rosa Ventura Martínez. 2014. Cannabis sativa L., una planta singular.

ONU-PDAF 2025. Agricultura Familiar.