El estado de Michigan continúa destacándose en los Estados Unidos por su exitosa implementación del mercado legal de cannabis. 

En 2024, la recaudación por impuestos de la marihuana alcanzó un récord histórico de 331 millones de dólares, lo que ha permitido que el estado pueda redistribuir cerca de 100 millones de dólares a comunidades locales, condados y tribus originarias, fortaleciendo aún más el modelo de legalización y regulación.

Este dinero, que proviene de los impuestos especiales del 10% sobre las ventas de marihuana recreativa, será distribuido entre 302 entidades, entre ellas municipios, condados y tribus. 

Cada tienda minorista y microempresa con licencia recibirá alrededor de $58,000, como parte de un reparto que busca generar beneficios tangibles para las comunidades que han adoptado el comercio legal de cannabis desde el 2018.

Detroit, el principal beneficiario

Entre las ciudades que recibirán mayores ingresos destaca Detroit, que se lleva la mayor parte de los fondos debido a su volumen de ventas, con un total de 246 millones de dólares en marihuana vendida solo en enero de 2025. 

Este reparto de fondos es una señal clara del impacto positivo de la industria del cannabis en las economías locales. La legalización no solo ha permitido una recaudación fiscal histórica, sino que ha impulsado el empleo, el crecimiento económico y el fortalecimiento de las infraestructuras públicas, así como el acceso a la planta con fines medicinales. A lo largo de Michigan, las ciudades y comunidades pueden utilizar estos fondos de manera flexible, destinándolos a áreas prioritarias como la educación, el transporte y la salud, o incluso para el fortalecimiento del mercado cannábico. 

El avance de la industria del cannabis

Michigan ha demostrado ser un líder en el mercado del cannabis, con ventas que han aumentado un 2,5% respecto al año anterior. Este crecimiento es notable, pues el estado se posiciona como uno de los de mayor volumen de ventas en el país junto a California. El aumento en la demanda de marihuana está relacionado con la estabilización de precios y la maduración de la industria, factores que han permitido que más personas accedan a productos de cannabis de calidad a precios más accesibles.

A pesar de la competencia creciente de estados vecinos como Ohio, donde las ventas de marihuana recreativa comenzaron en agosto de 2023, los precios en Michigan siguen siendo significativamente más bajos, lo que sigue atrayendo a compradores de otras regiones.

Inclusión de las comunidades originarias

Una de las novedades más importantes de este año es la inclusión de las tribus originarias en la redistribución de los ingresos fiscales por cannabis. Por primera vez, cuatro tribus reconocidas a nivel federal recibirán parte de los fondos, con un total de 930,000 dólares. Este cambio en la ley estatal refleja un esfuerzo por reconocer los derechos económicos de las comunidades originarias, quienes también se han visto beneficiadas por la legalización de la marihuana, utilizada por estas tribus hace cientos de años. De esta forma son capaces de desarrollar innumerables proyectos comunitarios. 

Michigan

El estado de Michigan se encuentra en el norte de los Estados Unidos, limitando con Canadá. En cuanto a población, es el décimo del país y su ciudad más importante es Detroit. Conocido por su industria manufacturera y automovilística se constituye desde hace pocos años en una región de referencia para el cultivo, la distribución y el estudio del cannabis.

El futuro de la industria del cannabis en el estado

El modelo de Michigan se consolida como un ejemplo exitoso de cómo la legalización del cannabis puede generar beneficios económicos significativos, mejorar la calidad de vida de las comunidades locales y, al mismo tiempo, garantizar el acceso a un mercado regulado y seguro. A medida que más estados en Estados Unidos y otras partes del mundo adoptan políticas de legalización, los beneficios de este enfoque se siguen demostrando.

La distribución de casi 100 millones de dólares no solo es un reflejo del éxito económico, sino también un paso hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, donde las comunidades, incluyendo a las originarias, puedan participar activamente del mercado y beneficiarse de sus frutos.

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