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2025-06-17 08:53:54

El Congreso discute una ley para legalizar el uso de yuyos y regular la medicina natural

Un anteproyecto de ley inicia su camino en el Congreso para formalizar el uso de remedios naturales en Paraguay. El texto busca integrar saberes ancestrales al sistema de salud, pero organizaciones advierten que no debe entregarse al modelo farmacéutico ni excluir a quienes sostienen esta tradición

El uso de plantas medicinales, infusiones, preparados caseros y remedios naturales no es una costumbre marginal en Paraguay: es parte central de nuestra identidad. Según una investigación publicada por la UNA en el año 2021, más del 80% de las personas consultadas utiliza plantas medicinales, y más del 60% las considera como primera opción frente a dolencias comunes. No se trata de una creencia, sino de una práctica con valor terapéutico, cultural y económico.

En este contexto, el anteproyecto de Ley de Medicina Natural, Terapias Complementarias y Productos Naturales, presentado por la Asociación de Herboristeros del Paraguay, marca un punto de inflexión. Busca reconocer legalmente el rubro, regular la producción y comercialización de productos naturales, fomentar la investigación científica, establecer un vademécum nacional y garantizar el acceso de la población a estas terapias.

"Estamos hablando de unas 300.000 personas aproximadamente en los 17 departamentos que dependen de este rubro, y nos motivó la desprotección jurídica y al no existir una ley que regule el sector, y la persecución indiscriminada que sufre el sector periódicamente fue lo que nos motivó, y pudimos conformar la asociación, y positivamente ya que el sector se estaría formalizando y fomentaría el crecimiento del mismo en todos los aspectos: industrial, económico, sanitario y estructuralmente para poder crecer. Porque sin eso es muy difícil que podamos crecer nosotros la clase media, y hay que formalizar, hay que tratar de también tener respaldo para cuando se dé lugar a cualquier otra intervención que se pudiera realizar, y cubrirnos un poquitito también a través del proyecto de ley que estamos presentando", expresó Samuel Samudio, presidente de la Asociación.

Un documento amplio, pero con puntos que deben debatirse y ampliarse

El documento contiene 39 artículos divididos en siete capítulos. Incluye conceptos como fitoterapia, iridología, aceites esenciales, suplementos naturales, y contempla la elaboración de una Farmacopea Nacional como guía técnica y cultural. Declara a la medicina natural parte del Sistema Nacional de Salud, y propone la creación de una ventanilla única para facilitar registros, licencias y permisos.

También establece que los productores y expendedores podrán operar legalmente bajo licencias otorgadas por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), que será la autoridad de aplicación junto con DINAVISA. Sin embargo, este modelo de entregar todo el control a estas instituciones podría limitar el acceso real de los pequeños productores y tratar los remedios naturales con los mismos parámetros que los fármacos industriales.

El anteproyecto, que aún debe ser debatido artículo por artículo en las comisiones del Congreso, necesariamente deberá ser ampliado para garantizar que se reconozca un modelo de grado no fármaco —que abarque productos cosméticos, terapéuticos y tradicionales sin exigir condiciones de laboratorio—, establecer cupos protegidos para productores comunitarios, facilitar la venta en ferias y mercados, y asegurar que los remedios naturales sigan llegando a los pacientes sin burocracia ni discriminación.

Los casos de persecución ya han ocurrido. El 19 de agosto de 2024, el Ministerio Público y la Policía Nacional realizaron un allanamiento en el Mercado 4 en busca de “medicamentos naturales”, según informaron los medios. Vendedores tradicionales de yuyos fueron inspeccionados como si operaran fuera de la ley, a pesar de que sus productos forman parte del patrimonio cultural paraguayo. Esta es justamente la situación que el proyecto busca revertir.



Remedios yuyos en el Mercado 4, centro tradicional de herboristería en Asunción

Audiencia pública y respaldo político

El pasado 12 de junio se realizó una audiencia pública en la Cámara Alta, convocada por la Comisión de Industria y Comercio, presidida por el senador Luis Pettengill. Allí se presentó una reseña técnica del anteproyecto y se escucharon voces del sector.

Pettengill recordó que la iniciativa es parte de una línea de trabajo iniciada el pasado 12 de mayo y afirmó que el objetivo es lograr una legislación que permita a los herboristas trabajar de manera legal y digna. “Este es un problema que vienen enfrentando desde hace muchos años”, expresó.

El senador Ramón Retamozo, vicepresidente primero del Senado, también dio su respaldo: “Más de 100.000 personas se dedican a este rubro, y es necesario garantizarles un marco legal que los ampare”.

La senadora Esperanza Martínez, exministra de Salud, compartió su experiencia en la incorporación de hierbas medicinales a programas de atención primaria y resaltó que “las hierbas medicinales tienen base científica, pero no están sistematizadas. Paraguay puede avanzar como lo han hecho países como China o Bolivia”.

Lo que está en juego: que no se repita el error del modelo farmacéutico

Mientras se inicia el debate legislativo, queda claro que el gran desafío es evitar que se repita lo ocurrido con la Ley 6007/17 y sus reglamentaciones, que regulan el uso del cannabis medicinal que terminó otorgando licenciass y beneficiando solo a grandes laboratorios farmacéuticos. Siete años después, las empresas con licencias siguen sin producir medicamentos accesibles para los pacientes, mientras que quienes dependen del cannabis medicinal continúan sin respuestas reales del Estado.

El caso de los yuyos y los remedios naturales merece un tratamiento diferente. La ley debe construirse con base en la realidad de quienes sostienen esta tradición viva: herboristas, campesinos, naturistas, terapeutas y consumidores que día a día hacen uso de estos recursos para preservar su salud y su cultura.

Los herboristas siguen trabajando, vendiendo sus yuyos, mezclando raíces, preparando infusiones. Siguen curando con lo que saben, y con lo que la tierra les da. El desafío ahora es que esa sabiduría popular no sea desplazada, sino protegida, fortalecida y reconocida como parte esencial de nuestra salud pública.