
2025-06-19 09:36:35
Nueva Zelanda aprueba el uso terapéutico de hongos alucinógenos
La psilocibina fue autorizada en Nueva Zelanda para tratar casos graves de depresión. El uso se limita a un psiquiatra, en contextos clínicos estrictos. El respaldo científico es firme. En Paraguay, la posibilidad aún no se discute.
El gobierno de Nueva Zelanda autorizó el uso de psilocibina, compuesto presente en hongos alucinógenos, para pacientes con depresión resistente al tratamiento. La medida no es generalizada: el permiso fue otorgado únicamente al psiquiatra Dr. Cameron Lacey, de la Universidad de Otago, quien podrá administrar el tratamiento bajo estrictas condiciones clínicas.
El protocolo aprobado incluye una fase de preparación psicológica, una sesión de administración de psilocibina bajo supervisión médica, y un seguimiento terapéutico posterior. No se trata de una apertura al consumo libre ni de una legalización recreativa: es un modelo médico, personalizado y controlado.
El Dr. Lacey es uno de los investigadores que lideró los primeros estudios sobre el uso de psilocibina en salud mental en Nueva Zelanda. Según explicó, esta alternativa puede ser efectiva para personas que no obtuvieron mejoras con antidepresivos tradicionales. Aunque en otros países el tratamiento puede superar los 10.000 dólares, en Nueva Zelanda buscan desarrollar una versión más accesible y pública, sin que eso signifique bajar los estándares de seguridad.
Un enfoque basado en evidencia
El ministro adjunto de salud, David Seymour, defendió la medida señalando que se trata de “un avance inteligente basado en la ciencia”, y remarcó que el objetivo no es promover la droga, sino responder a necesidades clínicas urgentes. El gobierno mantuvo la psilocibina en la categoría de medicamento no aprobado, pero habilitó su uso bajo indicación médica específica.
Este modelo se suma a experiencias ya aplicadas en Australia, Canadá, Suiza y algunos estados de EE. UU., donde la psilocibina se utiliza en entornos controlados para tratar trastornos como depresión mayor, ansiedad severa, TEPT y adicciones. La sustancia actúa sobre la red neuronal, promoviendo nuevas conexiones y desbloqueando patrones rígidos de pensamiento. Los efectos pueden sentirse después de una o dos sesiones, y no requiere consumo diario.
Hongos psilocibios en investigación clínica
Y en Paraguay, el silencio
En Paraguay, la psilocibina está clasificada como sustancia controlada, pero el Decreto 5213/2005, que reglamenta la Ley 1340, permite su uso médico o científico mediante autorización del Ministerio de Salud Pública y la SENAD. Sin embargo, no hay estudios clínicos en curso, protocolos vigentes ni debates oficiales sobre el tema.
Como ya se expuso en un artículo anterior de este medio, el país tiene un marco legal que permitiría comenzar investigaciones o tratamientos experimentales, pero falta voluntad institucional para dar el primer paso. Mientras tanto, las personas con trastornos mentales graves siguen sin opciones terapéuticas alternativas. Leer más: ¿Son ilegales los hongos con psilocibina en Paraguay?
Nueva Zelanda no legalizó los hongos ni promovió su uso sin control. Solo habilitó una herramienta basada en evidencia, con seguimiento médico y reglas claras. La salud mental requiere respuestas nuevas, y la psilocibina podría ser una de ellas. El desafío en Paraguay es, al menos, comenzar a discutirlo.
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